¿Y SI CAMBIAMOS LAS PIEZAS DEL SISTEMA QUE YA NO FUNCIONAN?

La respuesta es fácil. Como en toda maquinaria que empieza a evidenciar problemas o fallos en su funcionamiento, lo primero es hacer una exploración o análisis para averiguar donde está el origen del problema, lo segundo tras detectar la pieza o piezas defectuosas, proceder a su cambio por una pieza nueva, antes de que se agrave la situación que pueda conllevar a un colapso del equipo o hacerlo saltar por los aires, llevándose por delante todo lo que pille a su alcance.

Pues bien, esto llevado al terreno político se traduce en que es evidente que existen fallos en su funcionamiento, no hay más que ver las encuestas o hablar con los ciudadanos para tener claro que los políticos son declarados un problema, que no generan la más mínima confianza, muy al contrario son vistos con tremenda desconfianza, y esto lleva a los ciudadanos a alejarse de la política (poca participación en los partidos, escaso interés en el debate político, falta de contraste de ideas y abstención en los procesos electorales, entre otras)

Procede pues averiguar el origen del problema y ver que pieza falla, para darnos cuenta que seguimos confiando en el sistema democrático pero no en los partidos políticos que han estado engranando todo el sistema, que en nuestra tierra andaluza y/o chiclanera, no ha sido otro que el PSOE y en otras localidades el PP, pero da igual de donde hablemos pues ambas formaciones son como «la Visa y la Mastercard», que están «perfectamente de acuerdo» en no «meter mano» en determinadas cuestiones, pese a la «dramática situación que sufre España», como bien describe Rosa Diez.

 No tenemos ni un segundo que perder, el tiempo se agota y ya sabemos que piezas hay que cambiar para hacer posible cambiar la situación, pues el tic-tac de nuestro país, de nuestra comunidad, de nuestra localidad, late cada vez más lento y UPyD quiere darle cuerda a nuestra democracia, para que siga marcando tiempos con exactitud y por siempre.