El PSOE dice que el PP ansia tanto el poder que se les ha subido a la cabeza las encuestas y que ellos se encargarán de bajársela en las urnas, muy posiblemente sea cierto, como también lo es que al PSOE les ha embriagado tanto el poder, que los ha alejado completamente de la realidad y tan solo se preocupan de los suyos, llegando con ello a despilfarrar el dinero público mediante la creación de numerosas agencias, fundaciones y empresas públicas donde han dado cuelo a sus acólitos, que superan al número de funcionarios de carrera; con el establecimiento de una serie de prebendas desorbitadas, que se mantienen aún con los tiempos que corren de crisis generalizada y con un paro galopante.
Dice el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, Jaime Lissavetzky: "No se puede dejar la caja a aquel que la ha vaciado", pues apliquémonos el cuento en Andalucía, en la provincia de Cádiz y en Chiclana de la Frontera, pues han sido ellos los que han gestionada estas cajas en los últimos treinta años, y la verdad, avanzar, avanzar....., como que no mucho, a pesar de la cantidad de ayudas que han llegado a esta tierra desde la Comunidad Europea.
Se hace necesaria una nueva transición política, de la partitocrácia a una verdadera democracia, que este pegada al ciudadano, conviviendo mutuamente cada día, dándole la voz más a menudo y no solo cada cuatro años llamándonos a las urnas y después si te he visto no me acuerdo.
Desde Unión Progreso y Democracia queremos ofrecer a nuestros conciudadanos esta vía, una herramienta para corregir las desviaciones surgidas e implementar en la vida política los usos y costumbres de nuestra vida ordinaria, que no son otros que el sentido común frente al sentido contrario, el interés por lo general, por lo colectivo frente a lo partidista y sectario, la transparencia frente al oscurantismo, una real separación entre los poderes frente a la red de control de los partidos, la independencia frente a las redes clientelares e interesadas, el gasto controlado frente al despilfarro.
Todo ellos es necesario y urgente de acometer, por una necesaria higiene democrática y por necesidad vital, pues nos jugamos no solo nuestro futuro sino el de nuestros hijos y nietos.
Ha llegado el momento de ser valientes, y de usar nuestro voto con ilusión y optimismo, no con desencanto, conformidad desganada y desilusión.
UPyD en general y yo en particular, hemos dado un paso adelante comprometiéndonos con esta necesaria regeneración democrática, y más pronto que tarde, se conseguirá a pesar de los pesares de algunos.
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